Miedo a que… y en ese
momento no tengo idea que responder cuando alguien me lo pregunta.
Últimamente miedo a muchas cosas y no sé ni de donde se
generaron, pero me recuerdan a momentos pasados de mi vida que son mejor
obviar.
Hay días donde le tengo miedo al olvido y trato de hacer
cosas para que me recuerde. Otros en cambio tengo miedo a estar en boca de
todos así que me escondo en mi misma para que se olviden hasta de mi
existencia.
Muchas veces creo que la soledad te brinda mas libertades
donde podes hacer o pensar cosas sin están bajo el ojo crítico de los demás. Sin
decepcionar a nadie.
Hay días donde le tengo miedo al fracaso, a fallar, a no
llegar, a no cumplir ni con mis propias expectativas y me quedo quieta, sin hacer nada que pueda
estar mal, sin hacer nada que pueda llevar a la critica… a la humillación, a la
decepción, pensando que así el tiempo va
a ser mi cómplice y mejor aliado y se va a quedar conmigo haciendo que siempre
este igual y “hacerme grande” solo sea eso… un juego de grandes que juegan
otras personas mientras yo solo soy una observadora critica, como la mejor
espectadora de una película que se sienta a ver historias y desenlaces.
Otros días, quizás menos que los anteriores, le tengo miedo
al éxito. Miedo a querer más, miedo a no
poder manejar las cosas, miedo a que todo se me escape de las manos, miedo a no
estar preparada. Miedo a sentirme presionada. Miedo a hacer algo bien y no ser
yo misma ni estar feliz con eso. Miedo a
triunfar.
Casi siempre me tengo miedo a mi misma y creo que los demás
también. Le tengo miedo a mis miedos y a
mis reacciones. Le tengo miedo a dejarme estar y también me tengo miedo cuando
salgo a comerme el mundo. Le tengo miedo a los cambios, a que las cosas sean
diferentes y un día llegar y no encontrarme, y sentirme extraña, ajena.
Le tengo miedo al dolor.
A esa sensación helada que te recorre todo el cuerpo y no te deja
respirar, a sentir como te tiemblan las manos y ese nudo se apodera de tu
garganta sin siquiera permitirte decir una sola letra sin caer en el peor de
los llantos mientras sentís como todo se desmorona a tu alrededor. Le tengo
mucho miedo a eso. A que la gente me lastime, a que me decepcionen, a que no
sean las personas que yo me construyo en mi cabeza idealizándolas hasta
convertirlas en héroes.
Y por sobre todo le tengo miedo al amor. Siempre le tuve
miedo al amor.
Miedo a que una persona, esa persona que un día se cruza por
tu vida, sea tal cual a lo que siempre
soñaste, encontrarla por fin, mirarla a los ojos y saberlo. Saber que es con
quien queres pasar el resto de tu vida, saber que con solo tocarte hace que el
mundo tiemble, y saber también que puede existir esa espantosa posibilidad de
no ser la mujer de sus sueños.
Yo creo que todos tenemos miedos… solo me gustaría guardar
los míos en el ultimo cajón… donde guardo todas las cosas que me dan miedo.
y si me leia y me sentia como si me pasara a mi.... esos miedos yo quisiera ir al mar y tirarlos ... en fin besos
ResponderEliminarVolviste a escribir :D Linda nota, bastante rebuscada o sera que mi cabeza a fin de año hace caput jajaja xD Me gusta que hayas vuelto, toda la suerte, enfrenta esos miedos, se valiente, por que si dudas perdiste :/
ResponderEliminar¡Qué bueno verte de regreso!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, todos tenemos miedos. En mi opinión, uno puede convivir con los miedos siempre y cuando éstos no interfieran con las metas. Es decir, que estén ahí pero controlados, nada de dejarse paralizar por ellos. Los míos a ratos se crecen.
Saludos y un abrazo.